El año 2016 ya es historia, un año que tengo dudas de como definir. Un año de apuestas, de jugártela todo a una prueba, de confirmar que si se puede, 365 días de transformación, un año de superación.
El objetivo de 2016 era conocido por todos vosotros, la Quebrantahuesos . Tras realizar la inscripción sabia que me esperaban unos meses intensos, tanto de entrenamientos como de alimentación ( había que perder lastre, que los últimos kilómetros del Marie Blanque son muy empinados). 6 meses de apuesta.
Algunos pensareis ¿Por qué tanto sacrificio por una simple marcha cicloturista? Porque era un sueño infantil, un proyecto común y el deseo de cruzar juntos la meta en Sabiñanigo,
No vale la pena pensar que hubiera pasado si no lo hubiéramos conseguido, porque esa idea ni en momentos de flaqueza paso por mi mente.
Al inicio del año muchas sesiones de fuerza, core y rodillo ocuparon mi tiempo, para poco a poco, con la mejora de la meteorología empezar a hacer mas y mas kilómetros en la carretera. Bilbao y Ribagorza no solo sirvieron para poner a prueba el cuerpo, tambien para disfrutar entre amigos y familiares de esta droga llamada bicicleta.
El gráfico muestra perfectamente lo que ha sido el año. Tras un merecido descanso postQH y unas semanas en Francia por cuestiones de trabajo, retome la bici ya con mas tranquilidad y atacando algunos puertos franceses. En los últimos meses el aumento de trabajo y algunas semanas de trabajo en Francia han hecho que disminuyan mis horas y sesiones de entrenamiento.
¿Que objetivos se marcaran esta pareja para el 2017? De momento los estamos meditando, pero se admiten sugerencias .
Si el año pasado di la bienvenida al 2016 a orillas del río Tamesis, esta vez recibí al 2017 en el Pays Cathare.
Salud y kilómetros.
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