Sábado, 16 de diciembre. Hace frío, niebla y todavía no luce el sol. 2 unidades de rápida, desayuno, vestirse y a pedalear.
A los pocos kilómetros me encuentro con Germán. ¿ Donde vamos hoy? A Bielsa, hoy hay que hacer cien si o si. Vale contesta y seguimos pedaleando. Hablando mientras pedaleamos, conseguimos salir de la niebla y a ratos ver el sol. Llevo buenas piernas, lo noto. La glucosa en rango.
Pasamos el túnel de Las Devotas y nada de sol, solo un frío glaciar. Miro la glucosa con el sensor, y da error. lo vuelvo a intentar y vuelve a dar error. Pienso, en Bielsa me lo miro dentro de la cafetería.
Llegamos en Bielsa. El sensor se ha fastidiado con el frío, no funciona, el glucometro también da error, esta congelado y la lanceta no quiere ni funcionar.
Mente fría. Cafe solo, una barrita y un gel , y volvemos. Hoy mas que nunca habrá que escuchar al cuerpo e ir alimentadose según sensaciones. Primer tramo en bajada, con hielo y congelados, según pasan los kilómetros, mejores sensaciones y al llegar en casa y ver un 102 en la pantalla del Garmin, alegría.
El único reto en distancia que me había marcado en el 2017, volver a pasar de los cien kilómetros encima de la bicicleta.
Reto conseguido.
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